La planificación del trazado de una conducción (como tuberías de saneamiento, abastecimiento y de cableado) plantea una serie de desafíos desde el punto de vista geotécnico y de desarrollo. TerraDat ha creado una metodología basada en la integración de varias técnicas geofísicas, cuyo objetivo es proporcionar información útil en todas las fases de diseño de la infraestructura.
Análisis arqueológico y detección de artefactos explosivos sin detonar (artillería): el trazado de una conducción suele cubrir grandes distancias, por lo que la posibilidad de encontrar estructuras arqueológicas es alta. TerraDat es capaz de anticipar su existencia mediante un equipo de magnetometría de alta productividad, constituido por una plataforma multi-sensor de 4 m de ancho que puede ser remolcada por un vehículo todoterreno. Este sistema permite a nuestros arqueólogos crear mapas de detalle, donde se interpreta la existencia de restos arqueológicos en los trazados proyectados para las conducciones. Gracias a nuestro equipamiento es posible investigar hasta 5 km de terreno por día (para una franja de unos 10 m de ancho). Además este sistema también nos permite detectar elementos ferruginosos, dato especialmente útil en áreas donde exista la posibilidad de encontrar explosivos sin detonar (artillería).
Estudios geológicos: existe varios métodos geofísicos destinadas a la caracterización geológica del terreno. La tomografía eléctrica permite estimar aspectos fundamentales en el diseño del trazado una conducción, como la profundidad del sustrato rocoso, o la presencia de zonas de fallas y capas ricas en arcillas. El ensayo puede realizarse a diferentes escalas, pudiendo analizarse zonas someras en pequeños espacios, o grandes profundidades con líneas de registro de gran longitud. Los resultados pueden calibrarse con información procedente de sondeos para una interpretación más resolutiva. Los métodos sísmicos permiten determinar la distribución y resistencia (ripabilidad) de los materiales. Los ensayos sísmicos pueden realizarse mediante la instalación de sensores en la superficie del terreno, con las técnicas de sísmica de refracción (de ondas P y S) y/o MASW. Cuando el área de trabajo es muy reducida, o existen cambios geológicos importantes, es aconsejable realizar test sísmicos de pozo. Los métodos sísmicos proveen una cuantificación de la velocidad de las ondas P y S. Esta información, combinada con la densidad de los materiales, permite cuantificar parámetros como el coeficiente de Poisson, o los módulos de cizalla, de Young y de compresibilidad.
Transectas fluviales: los métodos de sísmica de refracción y de tomografía eléctrica proporcionan secciones de detalle del terreno a lo largo del trazado propuesto para una conducción. Estos estudios son particularmente beneficiosos en áreas donde la realización de investigaciones intrusivas está limitada por cuestiones logísticas, medioambientales o de seguridad, como en aquellos sectores donde la conducción intersecta un cauce fluvial o una vía de circulación.
Ensayo de resistividad/corrosión de suelos: el método de tomografía eléctrica está indicado para obtener información sobre la estructura geológica superficial, así como de las propiedades eléctricas y corrosivas del suelo. Es recomendable utilizar la tomografía eléctrica frente a otros métodos tradicionales (sondeos eléctricos verticales y calicatas eléctricas), ya que permite determinar la resistividad de un modo más fiable y preciso. Paralelamente al ensayo eléctrico, se aconseja el análisis de las propiedades térmicas del suelo (en superficie o en trincheras y calicatas) mediante un resistivímetro térmico.