Desde su creación, TerraDat ha desarrollado una amplia experiencia realizando estudios geofísicos en los campos de la energía nuclear y eólica. En los últimos años, nuestras técnicas de investigación han recibido una buena acogida en la industria solar. En este contexto hemos desarrollado una metodología geofísica optimizada a sus necesidades. Nuestros estudios permiten analizar las características naturales del terreno, así como localizar otro tipo de factores, como la existencia de restos arqueológicos en zonas sin urbanizar. En antiguas zonas industriales nuestras investigaciones facilitan la previsión de estructuras enterradas (como cimentaciones), evaluar los posibles riesgos asociados a la actividad industrial, o determinar la presencia de suelos contaminados.
En las primeras fases de desarrollo de la infraestructura solar, normalmente se suele realizar un análisis mediante magnetometría para determinar la presencia de restos arqueológicos. Debido a la gran extensión que suelen abarcar estas investigaciones, realizarlas mediante métodos tradicionales puede ser caro y conllevar mucho tiempo. TerraDat dispone de un sistema de última generación y alta productividad, que permite analizar hasta 20-40 ha por día. La eficiencia de nuestro sistema radica en el uso de una plataforma de registro constituida por múltiples sensores, que puede ser remolcada por un vehículo. Los resultados de estas investigaciones se entregan en forma de mapas totalmente interpretados en formato CAD/GIS.
En etapas posteriores, los ensayos geofísicos son fundamentales para la planificación y optimización del diseño de las infraestructuras fotovoltáicas, y de los trabajos asociados a su desarrollo. Mediante un estudio integrado con métodos magnéticos, de conductividad eléctrica (EM) y microgravimetría, es posible identificar sectores conflictivos, asociados a la presencia de tuberías y servicios enterrados, explosivos sin detonar (artillería), zonas de labores mineras y estructuras kársticas. Los ensayos de tomografía eléctrica se utilizan para caracterizar la estructura geológica del terreno y para estimar las propiedades eléctricas del suelo, dato fundamental en el diseño de infraestructuras eléctricas subterráneas (tomas de tierra o conducciones). El método de tomografía es más fiable que las técnicas tradicionales (como los sondeos eléctricos verticales), ya que permite determinar con mayor precisión los valores de resistividad del subsuelo. Las propiedades térmicas del suelo, otro parámetro fundamental en el desarrollo infraestructuras eléctricas subterráneas, se pueden analizar con un resistivímetro térmico en la superficie del terreno, o en trincheras y calicatas.
Los estudios sísmicos se usan para analizar la distribución y características de los materiales que configuran el terreno. A partir de la velocidad de las ondas sísmicas es posible calcular algunas de las propiedades ingenieriles de mayor importancia en el desarrollo de huertos solares, como la ripabilidad del terreno o los módulos de cizalla o de compresibilidad.